Hay un pequeño rover de la NASA caminando sobre el rocoso suelo marciano, al borde de un crater de nombre Endeavour, buscando la pendiente necesaria para cargar sus baterías solares.Así pasará su quinto invierno marciano, despues de ocho años de solitaria exploración, y eso que fue para cuatro meses, como su gemelo Spirit.Este último tambien competía en longevidad, hasta que en 2010, cayó en una duna, y perdiendo alguna de sus ruedas no pudo orientarse para cargarse de energía.
Viendo el porte del ingenio, y sus visicitudes, es inevitable pensar en el personaje de animación creado por Pixar, el entrañable Wall-E.Ese pequeño robot de limpieza, único vestigio vivo de la humanidad huida de un inhóspito planeta tierra.
Ambos comparten la soledad en planetas deshabitados e inhóspitos, sus objetivos intactos, su esfuerzo incansable.
Para Opportunity se acaba la soledad marciana.En estos momentos viaja hacia allí un rover de última generación.Aterrizará en verano, pero lo mas probable es que no lleguen ni a verse.
Imagino un día, en el que un humano ponga el pie sobre el planeta rojo, sería increible que este pequeño robot explorador todavía estuviera activo.